Hay comidas que acompañan a uno gustosamente durante toda la vida: el pollo asado, los moros y cristianos, lengua guisada, patatas rellenas... y los pimientos rellenos.
Pimientos morrones, siempre verdes, rellenos con carne picada.
Esas, entre otras muchas me esperaban en casa a la vuelta del cole.
Cuando no había cole y podía ayudar a rellenarlos me encantaba.
No me salen igual de bien que a mi madre, es tarea difícil hacerlo igual que ella, pero están exquisitos.
Ingredientes:
* 6 ó 7 pimientos morrones verdes
* 600 gr de carne picada mezcla de cerdo y vacuno
* 1/2 pimiento verde
* 4 ó 5 cucharadas de tomate frito
* 1/2 cebolla
* un chorro de vino blanco
* 1 ajo
* aceite
* sal y pimienta
* harina
* 1 litro de caldo de carne ó fondo blancoPreparación:
Escogemos en primer lugar los pimientos, procurando que no sean demasiado grandes, mirando que sean lo mas cuadrados posible para que se "sienten" bien y, por supuesto, que no tengan machacones ni roturas.
Los lavamos bien, secamos, retiramos el pedúnculo y con cuidado sacamos las semillas.
Salamos ligeramente por dentro y reservamos.
En una sartén o cazuela con un poquito de aceite, pochamos un ajo, media cebolla y medio pimiento verde, picado en brunoise muy fina.
Subimos el fuego al máximo y añadimos la carne ligeramente salpimentada.
Removemos bien para que se haga y se vaya desmigando, añadimos el chorrito de vino blanco.
Bajamos un poco el fuego y dejamos cocer hasta que evapore el líquido.
Añadimos unas cucharadas de tomate frito.
Rectificamos de sal si fuera necesario.
Rellenamos los pimientos y los cerramos con una cucharadita de harina que apretaremos sobre la carne para que se empape del jugo.
En una olla con un poco de aceite los doramos, procurando hacerlo por todos los lados, incluso por arriba, con mucho cuidado.
Retiramos el aceite sobrante, añadimos una cucharada grande de harina, tostamos ligeramente y ponemos la mitad del caldo, integramos para que no queden grumos.
Asentamos los pimientos en la olla, uno en el centro y los demás alrededor.
Añadimos caldo hasta casi cubrirlos.
Dejamos cocer a fuego medio-bajo hasta que al tocar la piel del pimiento, ésta ceda y se levante con facilidad.
Si el caldo no está condimentado previamente se rectifica de sal.
Los presentamos sin piel (a ser posible), con caldo y con un arroz blanco.
Si el caldo no está condimentado previamente se rectifica de sal.
Los presentamos sin piel (a ser posible), con caldo y con un arroz blanco.