En el occidente asturiano es frecuente servir el pulpo al modo gallego.
Yo recuerdo ver a las "pulpeiras" con sus cacerolas inmensas de cobre y sus pulpos cociendo en la calle o en las romerias los días de fiesta, cortando los pulpos recién salidos del agua hirviendo.
Servido en platos de madera, acompañado de un trozo de pan de hogaza y sin más cubierto que unos palillos.
* 1 pulpo grande de "patas gordas"
* aceite de oliva
* sal gorda
* pimentón dulce y picante
* 1 hoja de laurel
Preparación:
Ponemos a hervir abundante agua en una olla con una hoja de laurel. En cuanto hierva a borbotones metemos el pulpo cogido por la cabeza y lo sacamos, esperamos unos instantes a que levante el hervor y volvemos a meterlo, así hasta tres veces.
Lo dejamos dentro del agua.
El pulpo deberá estar bien golpeado, teniendo cuidado en no dañar las ventosas (o congelado al menos 48 horas) para que resulte más tierno.
Cocemos a fuego fuerte durante media hora. Apagamos el fuego, apartamos la olla y dejamos reposar una hora más.
Sacamos el pulpo y troceamos con tijera (nunca con cuchillo), rociamos con aceite de oliva de la mejor calidad, sal gorda y pimentón al gusto.
A la hora de cocer no se debe echar sal en el agua.
¿El motivo?... pues no lo sé, pero así dicen que se hace...
Así lo hago... y sale de bueno.... mmmm....
De acompañamiento al pulpo...imprescindibles unos "cachelos"... o como les dice mi madre: "cachos"... así los he conocido yo desde niña.
Simplemente patatas cocidas en trozos grandes, a ser posible dentro del agua de haber cocido el pulpo, con su hoja de laurel, pero ahora si... con un poquito de sal.
También se pueden cocer "en blanco", con agua corriente y sal, pero quedan un poco más "desaborías".
Pueden servir de cama al pulpo, así se presentan en algunas recetas, con lo cual la ración de pulpo mengua considerablemente en favor a las patatas... o simplemente en plato aparte y que cada uno se sirva las que quiera.
A mi me gusta espolvorearlas con un poco de pimentón y ponerles un chorrito de aceite.