Sopa de andaricas

Andaricas...ó... nécoras, como se las conoce fuera de Asturias.

No se podría decir que es una sopa rápida, va a depender de la velocidad con que saquemos la carne de las andaricas.
Merece la pena tomarse el tiempo y el trabajo.

Puede congelarse una vez hecha y añadir unas andaricas frescas hechas a la plancha o cocidas en el último momento.

Ingredientes:

* una cabeza de pixín pequeña y cortada en trozos
* 2 cebollas
* un trozo de puerro
* una ramita de perejil
* un diente de ajo
* 3 ó 4 andaricas
* una cucharadita de pimentón dulce
* una cucharada colmada de maizena
* medio vaso de sidra
* unas hebras de azafrán
* un trocito de guindilla cayena
* aceite
* sal

Preparación:

Preparamos un caldo de pescado: en una olla con agua fría ponemos la cabeza de pixín en trozos, junto con una cebolla partida por la mitad, un puerro bien limpio y una ramita de perejil (reservamos unas cuantas hojas).

Hervimos, primero a fuego vivo, espumando si fuera necesario.
Tapamos y mantenemos el hervor a fuego medio.
Salamos ligeramente.

Troceamos las nécoras, dejando las patas juntas y partiendo el cuerpo en dos partes. Las añadimos a la cazuela, dejamos dos o tres minutos, retiramos y sacamos la carne cuidadosamente de todos los trozos, reservando uno por cada comensal.

Colamos el caldo (apartamos una tacita para la maizena) y retiramos el rape.
Se puede aprovechar también la carne que tenga, desmenuzarla y volverla a la olla.

En una sartén, con un chorreón de aceite pochamos el diente de ajo, una cebolla pequeña cortados en brunoise muy fina y un trocito de cayena.
Cuando estén transparentes se añaden las hojas de perejil finamente picadas y vuelcan en el caldo y se les deja cociendo, se añaden las hebras de azafrán.

Disolvemos una cucharada de maizena o fécula de maíz en la tacita de caldo que teníamos reservada y que ya estará frío. Volcamos sobre la olla y removemos.

Añadimos la carne de las andaricas que tengamos reservada.

En una sartén pequeña calentamos un chorrito de aceite, retiramos del fuego y "freímos" una cucharadita de pimentón, le damos una vuelta sobre el aceite y lo vertemos en la olla, cuidando no quemarlo.
Sobre la misma sartén echamos medio vaso de sidra y la ponemos al fuego unos instantes para que pierda parte del alcohol y termine de "limpiar" el pimentón. Se vuelca sobre la olla también.

Finalmente se rectifica de sal, se levanta el hervor una última vez, se tapa y se aparta del fuego.
Se sirve con un trozo de andarica en cada plato.