El bollo de marañuela de Candás se hace normalmente para el domingo de Pascua, en que los padrinos corresponden con él a la palma que los ahijados entregan el día de Ramos.
Tiene una forma única y peculiar, con un tamaño considerable.
Exquisito para el desayuno, se corta en lonchas, aunque los niños empiezan cogiendo los cuatro picos, más tosataditos y crujientes.
Una vez mas Beni, experta cocinera ha hecho los bollos, no solo para sus ahijados, también para todos sus nietos, aquí tenemos uno terminado.
La receta es la misma que se utiliza para hacer las marañuelas de Candás.
Y la forma de preparación básica...también, vamos con un pequeño paso a paso para quien le apetezca verlo con tranquilidad.
Lo primero de todo es formar el volcán con la harina mezclada con el sobre de levadura royal ... y por dentro se recubre de azucar,ésto hará que los líquidos no se escapen entre la harina.
Dentro del volcán de harina y azucar añadimos el resto de ingredientes: la manteca cocida,los huevos, anís, ralladura de limón...
Y poco más tenemos... salvo echar las manos y empezar a romper los huevos, cogiendo poco a poco el azucar de la orilla... y poco a poco la harina...
Amasamos con energía hasta haber incorporado toda la harina a la masa, como veis el marmol queda limpio. El punto... como en infinidad de masas: no puede pegarse a los dedos...
Y ya tenemos listo el plastón para empezar a porcionar los bollos.
Dependiendo de la cantidad que hagamos o el tamaño...
Sacamos tiras y aplastamos...empezamos a enrollar por un lado....
Luego por el otro...y por último se coloca uno de los rollos encima, cruzando y dejando bien visibles las cuatro patitas...
La bandeja de horno con papel de aluminio engrasado o un papel de horno.
El horno precalentado a 180º, con calor arriba y abajo.
El tiempo de cocción varía entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tamaño del bollo o de la marañuela...
En cuanto pierde el brillo, señal de que ya está seco... (entre 10 y 15 minutos) le ponemos también aire (si lo tenemos), lo que hace que la cocción sea mas uniforme, sin necesidad de dorarlo mucho por fuera y dejarlo crudo por dentro.
Vamos mirando abriendo sin miedo la puerta del horno, ya que la falta de luz y el propio cristal hace que se vean más dorados de lo que en realidad están.
Pedazo de bollo que te has currao. Este tamaño es el típico que dan los padrinos a los ahijaos en Candás.
ResponderEliminarTe han quedado geniales.
Estuve ojeando tú blog y me parece fantástico, una delicia.
Un besín.
Dely... hacer hacer... yo en este solamente hice las fotos...
ResponderEliminarEso si.. de Candás de verdad, allí fué hecho.
Besinos