No hay mercado en el que no estén presentes, ni restaurante que se precie que no las tenga en su carta.
En este blog faltan muchas recetas tradicionales, que por ser tan comunes siempre quedan relegadas por otras mas lucidas. Poco a poco iré subsanando esos pequeños fallos.
De momento aquí están las verdinas con almejas como mi madre me enseñó a guisarlas.
Ingredientes:
* 1/2 kg de verdinas
* 400 gr de almejas
* una cebolla
* un trocito de puerro
* un trocito de pimiento pintón
* una zanahoria
* tres ó cuatro dientes de ajo
* aceite
* sal
* perejil picado
* una pizca de pimentón
* una guindilla pequeña (opcional) *
* media copita de coñac o vino blanco fino
Preparación:
Remojamos las verdinas la víspera, cubriéndolas de agua fría.
A la hora de cocer las ponemos en la cazuela junto con un trocito de puerro, una zanahoria, media cebolla y un trozo de pimiento.
Dejamos el fuego al máximo durante 10 minutos, desespumando siempre que sea necesario.
Bajamos casi al mínimo y mantenemos un chup-chup suave, que no haga "borbotones".
Dependiendo de la calidad de las fabas pueden tardar en cocer una hora, hora y media...así que iremos comprobando que estén blandas, cuidando no se deshagan.
Durante la cocción no las revolvemos, simplemente movemos la cazuela con un va-i-ven.
Retiramos las verduras de la olla. Salamos al gusto.
Abrimos las almejas en una cazuelita al vapor del coñac o vino blanco, según se vayan abriendo las retiramos y añadimos a las verdinas. Colamos el líquido restante.
En una cazuela baja o sartén con un poco de aceite, pochamos muy lentamente los dientes de ajo y la media cebolla picados en brunoise muy fina. Subimos el fuego, añadimos una cucharadita de perejil picado y una pizca de pimentón, dejamos que se haga cuidando muy bien de no quemarlo y lo vertemos sobre el guiso, aclaramos bien con el caldo colado de las almejas y si fuera necesario también con un poco de caldo de las fabas.
Cocemos cinco minutos mas moviendo la olla para que se integren bien los sabores.
Servimos acompañado de buen pan.
(*) - Si nos gusta el guiso un poco "alegre", troceamos la guindilla y la pochamos junto con el sofrito de ajo y cebolla.
