Su riqueza dependía de la cantidad de compango que se le añadía.
La forma de comerlo, generalmente era: de primero el pote solo y de segundo las tajadas de panceta, tocino o chorizo, cortadas a navaja sobre una rebanada de pan, procurando en el mismo bocado un trozo de carne y otro de pan.
Es curioso lo que podemos llegar a cambiar con el paso del tiempo, el pote de berzas era algo que realmente aborrecía de niña (y no tan niña).
En este momento lo saboréo con verdadero gusto.
Ingredientes:
* 1 manojo de verdura (berza rizada)
* 3 ó 4 patatas hermosas
* 1 hueso de jamón
* 1 hueso de caña
* 1 trozo de lacón curado
* 1 trozo de panceta curada
* 2 chorizos
* 1 morcilla
* 1/2 cebolla
* 2 dientes de ajo
* pimentón dulce
Preparación:
En una olla grande ponemos los huesos de caña y de jamón a hervir a fuego fuerte.
Espumamos las veces que sea necesario, bajamos el fuego y dejamos cocer a fuego medio al menos una hora.
Pasado ese tiempo volvemos a levantar el hervor, retiramos el hueso de caña, añadimos las patatas "triscadas" en trozos irregulares, el lacón y la panceta.
Dejamos hervir a fuego vivo.
Mientras lavamos bien la verdura, retiramos los tallos y cortamos enrollando en tiras finas.
Añadimos a la olla junto con la morcilla y el chorizo pinchados por varios sitios con un palillo.
Dejamos que siga cociendo a fuego fuerte y sin tapar.
Picamos dos ajos y media cebolla en brunoise fina, pochamos ligeramente en unas cucharadas de aceite de oliva, añadimos una cucharada colmada de pimentón dulce, removemos para que se fría el pimentón y vertemos en la olla rápidamente. Aprovechamos el sofrito de la sartén echándole un poco de caldo del pote y volviéndolo a la olla.
Removemos con una cuchara de madera y terminamos de cocer hasta que las patatas estén blandas y hayan dado liga al pote.
Rectificamos de sal si fuera necesario.
Se tapa y se reposa, a ser posible, hasta el día siguiente.
Hay varios tipos de berza, aunque no conozco su nombre o su variedad, se diferencian muy facilmente a simple vista: por un lado la berza plana, más o menos oscura, y por otro la rizada.
A mi, particularmente me gusta mucho más esta última, ya que es mas dulce y no es necesario un escaldado previo para quitar la acidez.
